 |
| Neymar |
El caso Neymar sigue consumiendo capítulos. Hasta la tarde del miércoles, por el Santiago Bernabéu se sentían tranquilos, confiados tras el acuerdo alanzado en los primeros días de septiembre y rubricado en la ciudad de Sao Paulo días atrás. El anuncio de la renovación del contrato del brasileño no alteró el pulso de presidente y directivos madridistas. Lo que cambió el panorama fue la llamada de Luis de Oliveira, presidente de Santos, para comunicar a Florentino Pérez la noticia de que dejaba sin efecto el acuerdo de semanas atrás. En ese momento, el mandatario blanco descuelga el teléfono buscando consuelo en Ronaldo, tenedor de los derechos de imagen del jugador. "Presi, ahora no se puede hacer nada". La estrategia marcada había fallado.
La súbita aparición de dinero en el Santos cambia el escenario y lleva el nerviosismo al Bernabéu. El presidente madridista reflexiona y decide aparcar el asunto. Otro de sus consejeros le intenta animar: "Olvídate, las renovaciones no valen para nada". Y es que en un principio en el Real Madrid esperaban este movimiento por la proximidad de las elecciones presidenciales en el Santos, pero nunca pensaron que se iba a manejar el dinero que se está moviendo.
En el Bernabéu no fue un día sencillo. Las llamadas de los directivos a Florentino Pérez se sucedieron. La postura oficial es la de transmitir la sensación de tranquilidad, de querer abrir una paréntesis, pero la realidad es que no renuncian a su fichaje y están convencidos de que la renovación no significa nada. Al que no le está gustando todo lo que está sucediendo es a Mourinho. Quiere compromiso y cada día que pasa, cree que el brasileño no responde a lo que él exige.
El dinero, llegado principalmente a través del Banco do Brasil, es el que ha cambiado todo el dibujo. Neymar a partir de ahora pasará a cobrar 7,2 millones de euros por temporada hasta el 30 de junio de 2014. Curiosamente su anterior contrato terminaba en 2015. Además, su padre ha recibido por conseguir el sí a la operación un millón de euros. Y lo ha hecho prescindiendo del que era agente del jugador, Wagner Ribeiro, que lleva fuera de juego desde el término del pasado verano.
DIS reclama los beneficios del 'no traspaso'
El grupo DIS, ante la ausencia de traspaso (nunca se puede asegurar al ciento por ciento y más cuando hoy mismo el presidente tiene pensado presentar su programa electoral para seguir al frente del Santos), ha decididodenunciar tanto al equipo como al jugador por lo que ellos consideran acuerdo desleal. DIS, que tiene el 40% del pase del jugador, invirtió 5,5 millones de dólares en 2009 y el acuerdo era obtener importantes beneficios con un posterior traspaso, algo que, en teoría no se ha producido ni tiene pinta de que se pueda llevar a cabo hasta después del Mundial de Brasil de 2014. La citada empresa reclama ese dinero, más intereses, más un porcentaje de lo que cobra el jugador y de los contratos publicitarios.
Ante todo lo que está sucediendo, Sandro Rosell sonríe pero lo hace con la boca pequeña. El presidente azulgrana está feliz porque este movimiento ha paralizado el inminente fichaje por el Real Madrid, pero también sabe que su sueño está un poco más lejos. Y es que el mandatario del Barcelona ha peleado por la llegada del brasileño en un par de temporadas. El problema es que ahora le va a costar bastante más dinero de lo que pensaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por contactarnos!