"En Inglaterra respetan los contratos. En Italia y España son una lotería"(Entrevista a Damiano Tommasi, ex jugador de la Roma)
Antes de entrar en cuestiones más peliagudas, ¿es cierto que pidió al Roma cobrar el sueldo mínimo (1.500 euros) hasta recuperarse completamente de una lesión?
Me pareció lo más honesto. Corría el año 2005 y había sufrido una grave lesión de rodilla de la que me recuperaba.
Su explicación entonces fue menos prosaica. "Lo hago por amor al Roma", declaró.
Era cierto, amo al Roma. ¡He defendido esa camiseta durante diez temporadas!
Tal muestra de honestidad le confiere autoridad suficiente para negociar con quien sea.
Noooo. Yo negocio en nombre de los jugadores porque ellos delegaron en mí esa responsabilidad.
Imagine que la entrevista la lee alguien que se acaba de enterar que no hay fútbol porque futbolistas españoles e italianos han ido a la huelga. ¿Puede explicar las razones?
Es realmente sencillo y lo va a entender todo el mundo. Las empresas que los contratan, en este caso los clubes, han incumplido lo firmado.
¿En los dos países?
Debemos matizar porque las reclamaciones en España e Italia son diferentes.
Comience por Italia.
En Italia llevamos un año advirtiendo de la posibilidad de huelga. Un año jugando sin Convenio Colectivo. Es una lástima que siendo los actores del espectáculo, de este deporte, se trate a los jugadores así. Clubes y futbolistas deberían defender intereses comunes para que esto salga adelante.
El primer punto de fricción es el artículo 7: "Los jugadores tienen el derecho de entrenarse y hacer la pretemporada con el primer equipo".
El problema es que se gestionan los clubes sin tener en cuenta el número de jugadores. Aquí no hay límite de 25 fichas, como en España. Coleccionan jugadores y luego, como sus finanzas no soportan la masa salarial de un grupo tan amplio, comienzan a presionar al jugador. Renuevas con condiciones convenientes para el club, aceptas una cesión adonde ellos digan o te apartan.
¿Y el tema del aumento de los impuestos? (El Gobierno quería aumentar los impuestos un 5% a quienes cobren más de 90.000 euros y un 10% a los de 150.000 o más).
El asunto de los impuestos es un tema que sacaron a colación para descalificarnos, para llamarnos mercenarios y echarnos encima a la gente. Lo hicieron a propósito para utilizarlo en la negociación, pero la realidad es que no se ha hablado de impuestos, porque el Gobierno no llegó a aprobar esa ley.
Finalmente han firmado un acuerdo puente que ha permitido levantar la huelga.
Hemos llegado al acuerdo puente porque no queremos jugar sin Convenio Colectivo. Pero su vigencia es simplemente de diez meses. Para estar amparados por la ley y comenzar a trabajar en la planificación y la negociación del próximo.
¿Cuáles son los puntos claves del nuevo Convenio?
Además del tema de apartar a los jugadores y la posible limitación de fichas, un asunto a negociar serán los derechos de imagen que los jugadores ceden a la Liga y a la Federación para que los exploten. El Convenio de cesión de los derechos de imagen también ha caducado y debe renegociarse.
Ahí tienen la sartén por el mango respecto a los clubes.
No vamos a imponer ningún criterio, vamos a dialogar, a negociar en una mesa. Se trata de salir ganando todos.
Hablemos de España, ¿qué conoce de la problemática que vive nuestro fútbol?
Mantengo un gran relación con Luis Rubiales, presidente de la AFE, porque compartimos vestuario en el Levante. He estado informado de todo.
¿Cuál es el problema de los futbolistas en España?
El incumplimiento de los contratos firmados y la famosa Ley Concursal.
¿Qué concepción tiene usted de la Ley Concursal?
La sufrí como jugador del Levante. Es un problema grave que sitúa a los clubes en una situación de desamparo, un atajo legislativo. La Ley Concursal es una coartada para maquillar la mala gestión. Los directivos que se acogen a ella son los que toman las decisiones y los mismos que firman los contratos que luego incumplen.
Mala gestión, decía...
En Italia, como en España, los clubes también reciben una importantísima inyección financiera a través de los ingresos de televisión y no es de recibo que incrementen el pasivo indiscriminadamente. Porque eso al final lo pagan sus trabajadores, los futbolistas.
Y luego aplican la Ley Concursal...
... Y luego la Ley Concursal defiende esa mala gestión. Es un escudo que les permite hacer lo que quieran en determinadas cuestiones, ya que saben que al final con la Ley con la mano reducen la deuda a costa de no pagar todo lo firmado.
¿Los incumplimientos de contrato podrían provocar migraciones de jugadores a países que pagan lo firmado?
Los jugadores se marcharán de los países donde no respetan los contratos firmados. Terminarán dejando las ligas donde nos saltamos las reglas del juego. Y por supuesto, cuando tengan que plantearse un traspaso, priorizarán los sitios donde cumplan lo firmado.
¿Como Inglaterra?
Inglaterra respeta los contratos, mientras que en España e Italia son una lotería.
¿Son problemas nuevos o usted los sufría ya de jugador?
Vienen de lejos y lo peor es que al final lo pagan las categorías inferiores. La diferencia es que antes esos problemas surgían en Tercera División y ahora ya afectan a Segunda y a Primera. De los equipos que descendieron en los tres últimos años a Segunda, ocho han desaparecido por quiebra. Creo que es algo realmente preocupante.
Su huelga ha contado con más respaldo institucional que la española. ¿Por qué?
En Italia nos respaldó la Federación y el Comité Olímpico italiano. Han entendido perfectamente nuestra posición y eso nos ha supuesto un gran refuerzo mediático. En España el problema es que la Federación no tiene peso en la Liga ni en la Asociación como tiene aquí. Pero me consta que trataron de que se produjese un acercamiento.
Aquí el impacto mediático lo produjo la fotografía con todos los jugadores, incluidos Casillas, Puyol, Reyes, Llorente...
La unidad mostrada por España con esa imagen tiene el mismo sentido asociativo que llevamos años reforzando en Italia. La fuerza mediática de los jugadores de la Serie A es el mayor instrumento de presión que tenemos para exigir que se cumpla lo firmado a los pequeños. Nosotros convocamos la huelga en Italia con la firma de todos los capitanes de la Serie A.
Aunque hay jugadores que se disculparon con sus presidentes por secundar la huelga...
Sabemos que hay clubes con presidentes que se portan bien con los jugadores y es una lástima que sus futbolistas se tengan que declarar en huelga ante dirigentes con los que siempre hubo diálogo y buena relación. Pero esos dirigentes han entendido que no era nada personal. Es una causa común, porque hoy estás en el lado bueno de la ruleta y mañana te puede tocar en el malo.
Una última, como católico profundamente practicante entiendo que será optimista...
Creo en la buena fe de las personas. Sí, soy optimista.
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