martes, 2 de agosto de 2016

"El COI ha mandado un mensaje positivo a los atletas rusos", según Thomas Barach. Fuente:iusport.com

El presidente del COI, el alemán Thomas Bach, dijo hoy que el Movimiento Olímpico no admite "daños colaterales" para deportistas inocentes que nunca hayan dado positivo por dopaje y pidió a la asamblea del organismo, reunida en Río de Janeiro, un voto de respaldo a esta postura.
Nada más comenzar la 129 Sesión del COI, Bach abordó el asunto de las sanciones a los deportistas rusos. Tras repasar las medidas aprobadas por la Comisión Ejecutiva hace una semana, que dejan en manos de las federaciones internacionales la admisión de los atletas, anunció la apertura de un debate al respecto, tras el cual pedirá a la asamblea olímpica un pronunciamiento.
Bach criticó que hubiera voces que pidieran la suspensión total de Rusia de los Juegos Olímpicos de Río "antes de que se conocieran las conclusiones del informe McLaren" para la AMA sobre el dopaje en ese país.
"Esta sanción total consideraría a los atletas limpios que se vieran perjudicados como daños colaterales. Esto está fuera de toda proporción cuando se habla de deporte", dijo Bach, que llegó a referirse a un conflicto nuclear en el que hay inocentes que sufren "muerte y devastación".
"El movimiento olímpico no está por ello. Está por la vida y la construcción de un futuro mejor a través del deporte", añadió el presidente.
El titular del Comité Olímpico Ruso, Alexander Zukhov, agradeció al COI que no hubiera dejado a su país fuera de los Juegos, pero denunció "la enorme presión que ejercen sobre el COI los gobiernos y dirigentes de ciertos países", en un caso claro, a su juicio, de "interferencia de la política en el deporte".
Zukhov lamentó la "reputación dañada" de los atletas rusos que han visto "rota su vida" solo porque su nombre aparece en el informe McLaren.
La IAAF y la Internacional de Halterofilia vetaron a los deportistas rusos de los Juegos de Río y otras federaciones como las de natación, piragüismo, remo o vela ya han apartado a algunos participantes de esa nacionalidad, muchos de los cuales han recurrido ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo.
Thomas Bach recordó que el principio natural del derecho es que todo individuo debe ser considerado inocente hasta que se demuestre lo contrario. "Pero en este caso las acusaciones eran tan detalladas que ese principio no puede ser aplicado en su integridad", y de ahí que se decidiera revertir la carga de la prueba.
"Pero la justicia natural no nos permite privar a un ser humano de probar su inocencia y la Ejecutiva del COI se lo dio a los deportistas rusos y estableció unos criterios de elegibilidad", recordó.
Bach considera que el COI "ha mandado un mensaje positivo" a los atletas de Rusia al mostrarles "que pueden triunfar fuera del sistema".
En el reparto de responsabilidades tras conocerse el dopaje sistemático en Rusia, el presidente del COI destacó que "hay áreas" en las que este organismo ni tiene competencias. "El COI no puede ser culpado por la corrupción en una federación para ocultar el dopaje. O no tiene autoridad sobre el programa de análisis a los atletas fuera de los Juegos".
"Los hechos demuestran", resumió, "que necesitamos una revisión total del sistema antidopaje (...). Si todos contribuimos, esta dolorosa situación puede ser una catarsis".
El largo debate en el que intervinieron una treintena de miembros del COI fue abierto por el decano de la asamblea, el canadiense Richard Pound, expresidente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). Pound pidió a Bach que escuchase a los miembros de la asamblea y sugirió la convocatoria de una Sesión Extraordinaria, postura a la que se sumó el francés Guy Drut bajo la bandera del "nunca más".
El jeque kuwaití Ahmad Al-Sabah subrayó que los distintos organismos "no compiten entre ellos, se complementan".
"La AMA es una organización que, como todas, puede cometer errores. Tiene que asumir la responsabilidad del antidopaje", dijo.
El italiano Franco Carraro consideró que la decisión tomada por la Ejecutiva del COI de no vetar a todo el equipo ruso fue "muy realista". Para Alberto de Mónaco, era "la única posible", al igual que para el suizo Denis Oswald: "La ley moderna no contempla sanciones colectivas. Que los atletas tramposos incumplan la ley no nos autoriza a hacer lo mismo".
El argentino Gerardo Werthein se mostró partidario de "una revisión de los trabajos de la AMA" y una "separación de poderes" entre los distintos organismos con responsabilidades en la materia.
El presidente del Comité Olímpico Estadounidense, Larry Probst, aseguró que "atribuir el problema a la política internacional es no entender lo que ocurre" y dijo que el dopaje no es un tema de Rusia, sino de todos.
Su compatriota Angela Ruggiero, nueva presidenta de la Comisión de Atletas del COI, pidió que se incluya a los deportistas en el proceso de revisión del sistema para que el resultado tenga "credibilidad".
El holandés Camiel Eurlings apoyó las decisiones de la Ejecutiva pero advirtió de que el problema ruso "podía haberse detectado mucho antes". 

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