El tenis español trata de poner fin a la crisis institucional que atraviesa. Por este motivo, la Real Federación Española de Tenis (RFET) ha precipitado este domingo el anuncio de la nueva capitana del equipo masculino de Copa Davis: Conchita Martínez.
El nombramiento estaba previsto para este lunes, pero se ha anticipado para tratar de acallar rumores y especulaciones que deterioran la imagen de la institución. La elección de Conchita, ex tenista con un palmarés envidiable –cinco Copa Federación y tres medallas olímpicas–, es también una estrategia para zanjar el debate del machismo en el tenis español.
En los últimos días se ha discutido mucho sobre los motivos de la destitución de la hasta ahora capitana, Gala León. En general se apuntaba a la idea de que los tenistas estaban en contra de ella por el hecho de ser mujer. Teoría que alimentó en su día Toni Nadal, tío de Rafa Nadal, que reconoció que a la hora de estar en los vestuarios y compartir según qué momentos el sexo de la capitana podría ser un inconveniente.
Escañuela no ha sido notificado de la suspensión de funciones
La RFET quiere dejar claro que no se trata de un tema sexual, sino de falta de confianza en Gala. Es por este motivo que han elegido a un símbolo del tenis femenino para convertirse en la segunda capitana de la historia del equipo masculino español, tras la propia Gala.
Más allá de este detalle, hay todavía muchas incógnitas por resolver en torno al tenis español. José Luis Escañuela fue suspendido de sus funciones por el Consejo Superior de Deportes hace unos días, pero en declaraciones a Diario Gol asegura que no ha recibido notificación alguna. El pasado viernes, Escañuela anunció su dimisión como presidente de la RFET para el próximo 19 de julio, con lo que entendía que seguiría ejerciendo su cargo hasta entonces.
¿Confrontación política?
Nada más lejos de la realidad. El que era su vicepresidente primero, Fernando Fernández-Ladreda, ya ha asumido las funciones presidenciales. Escañuela también sopesa que exista un trasfondo político en la “persecución” que considera que ha sufrido. Él, republicano de convicciones, tiene unos ideales políticos que chocan frontalmente con los de Miguel Cardenal, presidente del CSD, y con los de Fernández-Ladreda, número dos del PP en Oviedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por contactarnos!