Deporte Espectaculo: la última Super Bowl vuelve a demostrar que el show es el dueño del deporte estadounidense, un deporte para todo tipo de consumidores.
Como cada año, el half-time show de la Super Bowl fue de lo más comentado en los medios y en las redes sociales de todo el mundo, sobre todo en Estados Unidos.
En un momento, el terreno de juego se preparó para la actuación de Coldplay, Bruno Mars y Beyoncé. Fue una actuación que gustó bastante al espectador y que no decepcionó a los más exigentes.
Podríamos decir que durante el cuarto de hora que duró la actuación, el deporte dejó paso al espectáculo, pero realmente es el espectáculo el que reina en el deporte americano. Nos equivocaríamos si afirmáramos que el espectáculo duró solamente 15 minutos, ya que éste se encuentra presente en todo momento.
Actualmente, no podemos distinguir entre espectáculo y deporte en un partido americano. Y menos en la Super Bowl. Lo cierto es que el deporte, y sobre todo el americano, es espectáculo.
Podemos disfrutar de actuaciones de artistas, cheerleaders, pantallas gigantes, repeticiones de las jugadas, espectáculos pirotécnicos, interacción con cámaras y con redes sociales, mucha comida, escuchar las decisiones del árbitro, etc.
Y es que el mercado deportivo americano es una máquina de generar experiencias, donde lo que más importa es que el consumidor se lo pase bien. Y no solamente el consumidor de deporte, sino cualquier tipo de consumidor. Hoy en día, en Estados Unidos, toda la gente consume partidos deportivos, ya sea presencialmente o por televisión. Y estas audiencias se deben gracias al show que ofrece este tipo de productos.
Los jóvenes, los hombres, las chicas, las madres… A toda la gente le gusta ver cantantes, fuegos artificiales, cheerleaders, etc. Por eso, lo que consigue el deporte americano, es ampliar el target y hacer un producto para todos.
Este producto genera grandes audiencias y esto hace que los ingresos por publicidad aumenten muchísimo.
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